lunes, marzo 31, 2008

El Péndulo de Focault

pendulo2El Péndulo de Focault (Umberto Eco) es una novela sobre "gente que empieza a creer en cosas ocultas". Siento describirlo de manera tan simplista, pero no son mis palabras, son las del propio Umberto Eco.

Es uno de los mejores libros que he leído en el pasado reciente.

La trama principal nos planta a tres trabajadores de una editorial, cultos y peculiares, que reciben el encargo de elaborar una colección de libros sobre ocultismo, bajo el pretexto de un "boom" comercial en dicha materia. En tal empresa, los tres editores se topan con una larga serie de personajes pintorescos que defienden las más extravagantes teorías sobre templarios, druidas, la tierra hueca, corrientes telúricas y demás alucinaciones. Como burla, crean un juego intelectual: a partir de un viejo documento que posee uno de esos "diabólicos" y que según él sería un importante mensaje en de la época de los templarios, los protagonistas empiezan imaginar un complejo Plan. Primero sólo se trata de encajar piezas y reinventar la leyenda de los templarios, más o menos al estilo de lo que hoy sería el Código Da Vinci. Pero la diversión va in crescendo y pronto empiezan a añadir más y más elementos. Sin saberlo, los protagonistas estarán reescribiendo poco a poco la historia del mundo, o lo que es lo mismo: creando una nueva religión... lo que no pueden sospechar es que siempre hay gente dispuesta a creer, gente que llevaba tiempo esperando una revelación, que se tomará estas historias demasiado en serio y, para entonces, el Plan será grande e imparable, los personajes estarán metidos en él hasta el fondo y las fronteras entre lo real y lo inventado se desvanecerán.

Uno de los temas principales del libro es el de las creencias extrañas, o de cómo resultan más creíbles las cosas complicadas y contradictorias que las que tienen una explicación sencilla. Me viene a la cabeza el ejemplo reciente de esa gente que está convencida de que el hombre no llegó a la Luna, sólo por haber visto un amarillista programa televisivo, y que están dispuestos a seguir creyendo y, lo que es peor, a desoir a las autoridades científicas. Como dice una de las novias de Casaubon, el principal protagonista, no creemos a un médico cuando dice que debemos lavarnos las manos, pero en cambio creemos a uno cualquiera que va vendiendo una loción crecepelo. Lo que vosotros habéis inventado es una loción crecepelo, es sucio, dice ella, si mal no recuerdo.

En otro episodio clave, Belbo, el otro protagonista dice algo así como "crea tu religión, sugiere algo vago y sin sentido. Si viene alguien y lo concreta, lo excomulgas. Si viene alguien, lo contradice y lo hace más vago aún, lo beatificas".

El autor para nada se toma prisas en hacer avanzar la trama, pero cada página, hable de lo que hable, es densa en algún sentido. Algunos tachan sus obras de pedantes; en cualquier caso la realidad es que Eco es una persona extremadamente culta.

domingo, marzo 16, 2008

Trilogia de Nueva York

trilogianyVaya por delante que no suelo tener buenas experiencias con los libros de relatos. Así a bote pronto recuerdo lecturas fallidas de Borges, Rulfo o de Las mil y una noches. Trilogía en Nueva York (1985-86) de Paul Auster es un libro con tres historias, que por su longitud quizás no podríamos calificar exactamente de relatos, pero que a mí me han causado el mismo efecto.

Tres novelas negras en una, tres novelas negras en el Nueva York de los 80 que están planteadas para romper con los estándares del género (para empezar, no tratan sobre asesinatos) y que incluyen grandes dosis de surrealismo y situaciones absurdas, inverosímiles y tristes. La primera no me gustó nada. La segunda y, sobre todo, la tercera tenían su punto interesante, más que nada por lo chocante en cuanto al tipo de historia y manera de escribirla (parece ser que teníamos a un Paul Auster muy fresco), pero no recuerdo haber tirado ningún petardo al finalizar el libro. Será el Efecto Relato...

miércoles, marzo 12, 2008

De Arquímedes a Einstein

arquiEsta vez toca uno de física, y aviso que no me ha quedado mi mejor prosa. Se trata de "De Arquímedes a Einstein", de Manuel Lozano Leyva, catedrático de física de la Universidad de Sevilla.

La excusa de esta obra de "ciencia para todos los públicos" nace de una idea de la revista Physics World, que preguntó a sus lectores cuáles pensaban que eran los experimentos más bellos de la física. En el libro, se parte de una variación (justificada) de la lista original y en lenguaje muy llano, más que explicarnos los farragosos detalles de cada experimento en sí, se nos ofrece un ameno relato en torno al experimento: circunstancias de la época, vida de su inventor, etc.

Volviendo a la mencionada encuesta de Physics World, los votos de los lectores dieron lugar a la siguiente ordenación, a los diez experimentos más bellos de la física:































1 Interferencia de electrones en una doble rejilla
2 La caída libre de los Cuerpos de Galileo
3 El experimento de Milikan para determinar la unidad de carga eléctrica
4 La descomposición de luz al pasar por un prisma (Newton)
5 La interferencia de la luz en la doble rejilla de Young
6 Experimento de Cavendish para determinar la constante de gravitación universal
7 La medida del radio de la tierra por Erastótenes
8 La caída de los cuerpos por un plano inclinado, por Galileo
9 El descubrimiento del núcleo atómico de Rutherford
10 El péndulo de Focault

La estructura del libro consiste en un capítulo por experimento, y resulta bastante amena, tanto que yo tuve que restringirme a un capítulo al día para no acabarlo en 3 días... Lo que más interesante me pareció no es la parte científica de los experimentos, ni mucho menos, a lo cual no se dedica más que un par de páginas de capítulo, sino la vida y el tiempo de los personajes y esas circunstancias a veces especiales, a veces curiosas, a veces misteriosas y a veces surrealistas que les rodean. Sorprendentemente, la parte técnica es lo que me ha parecido más flojo pero, por el contario, el hacernos ver a todos los personajes involucrados como peculiares, elegidos o cómo se les quiera diferenciar, eso sí está muy conseguido.

El libro también aporta muchos datos históricos, que sirven como interesantes curiosidades, desmitificaciones de algunas leyendas (probablemente Arquímedes no saliera desnudo gritando por la calle y mucho menos hiciera el experimento como se cuenta) y sobre todo, para explicarnos cómo en tiempos remotos había gente que ya era muy ingeniosa.

En definitiva, no es un libro científico, es un libro para leerlo.

Y, por cierto, volveremos a hablar del péndulo de Focault en este blog pronto. Pero no precisamente del experimento...

sábado, marzo 01, 2008

Umberto Eco, hablando sobre Dan Brown

Buscando información en la red sobre El Péndulo de Focault de Umberto Eco, el penúltimo libro que he leído (y que en su día tocará comentar), me he encontrado con este fragmento de una entrevista en el New York Times, que me ha hecho gracia.

En traducción libre:

Me pregunto si ha leído "El Código Da Vinci" de Dan Brown, que algunos críticos ven como la versión pop de "El nombre de la Rosa".Me sentí obligado a leerlo porque todos me preguntaban sobre él. Mi respuesta es que Dan Brown es uno de los personajes de mi novela "El péndulo de Focault", que trata sobre personas  que empiezan a creer en cosas ocultas. 

Pero usted mismo perece interesado en la cábala, la alquimia y otras prácticas ocultas exploradas en la novela. No, en "El péndulo de Focault" escribo la representación grotesca de ese tipo de gente. Entonces, Dan Brown es una de mis criaturas.