Matilde Asensi, 2003
Arnau, Marc i Lola son tres hackers y a la vez ejecutivos informáticos que dejan el asfalto, los modernos edificios y los lenguajes de programación para embarcarse en una investigación (primero) y aventura (después) sobre la cultura inca, el lenguaje aymara y la ciudad de Tiwanacu. Todo ello con el fin de intentar encontrar un remedio a la extraña enfermedad que repentinamente le sobrevino al hermano de Arnau, antropólogo, mientras estudiaba esos temas, y que le hace creer que está muerto y no parar de mencionar a unos seres llamados yatiris.
Una vez puesto el chip de que hay dos tipos de libros,por unaparte, los que te hacen pensar y , por otra, los que entretienen (y con todo el derecho del mundo a existir)y, a sabiendas de que la obra de Asensi más bien se aproxima a esta segunda vertiente, tengo que decir que me ha gustado bastante. Con todo, creo que el libro va perdiendo fuerza conforme se leen más páginas; al comienzo, resulta interesantísimo (es de estos libros que están tan de moda últimamente en los que se cuestiona una verdad histórica, al estilode El Código Da Vinci), aunque al final se va tornando cada vez más inverosímil quizás debido precisamente a esas grandes expectativas que el lector o lectora se hacen debido a la gran calidad de los primeros capítulos.
También me han gustado, y esto ya por mi afición a la informática, las constantes alusiones a esa disciplina. Aunque no se entra en mucha profundidad en el asunto, esta obra plantea la comparación entre el cerebro humano y la inteligencia artificial, ¿realmente hay tantas diferencias? Aunque parezca un recurso agotadísimo tanto en literatura como en cine, en esta obra se aporta cierta novedad. Y es que la comparación entre máquina y cerebro que casi siempre da lugar a la pregunta de si una máquina podrá llegar alguna vez a pensar, se hace en este caso en la dirección contraria: ¿puede el cerebro, al igual que una máquina, tener un código muy determinado de funcionamiento? ¿Qué podría hacer quién supiese ese código? La leyenda dice que los yatiris tienen el poder de curar con sonidos... La pregunta planteada y esta afirmación seguramente proporcionaron la excusa para escribir esta novela.
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