Arturo Pérez-Reverte, 1994
Una restauradora de cuadros descubre una inscripción oculta en la obra en que trabaja y se embarca en la aventura de descubrir algún mensaje oculto en el contenido de la pintura, que representa una partida de ajedrez entre dos caballeros del siglo XVI. Cuando da en la clave de que precisamente en la posición de las piezas puede hallarse el enigma, descubre que ella misma es una de las figuras de ajedrez en una macabra partida que algún desconocido ha iniciado.
Últimamente están muy de moda estos libros de resolver enigmas y por eso 'La tabla de Flandes' casi no me ha dado mucho que pensar, lo que no significa que me haya decepcionado. Me han gustado tres cosas en especial: el final, que me ha parecido muy original (no es un final feliz, es diferente), lo bien que escribe A. Pérez Reverte (pese a escribir best-sellers es miembro de la Real Academia de la Lengua)y el protagonista de toda la novela: el ajedrez. En algunos pasajes se hacen reflexiones casi filosóficas tomando este juego bélico-matemático como excusa.
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