A pesar de todo ello, he de admitir que no me ha gustado.
En un principio, no supe decir exactamente por qué. Quizás fue leído en el momento incorrecto en el lugar incorrecto. Puede ser ésta la causa de que se me atragantaran los capítulos iniciales en los que un club de bohemios se reúnen en un "departamento" de París para beber, fumar, escuchar jazz y filosofear. Llegué a pensar que era plausible que el libro continuase así hasta el final, hasta que Jaume me convenció de que "pasan otras cosas", y entonces le di un empujón. Admito que pude seguir leyendo, pero lo que no pude es engañarme: no me estaba gustando.
Creo que es un libro macabro. Muy literario, pero literariamente macabro, o macabramente literario.
Ahora bien, que quede claro que no estoy en absoluto despreciando la labor literaria del argentino. Todo lo contrario, ésta es una obra extremadamente elaborada y con muchas cosas que admirar, está escrita de modo rompedor y requiere además una participación muy activa del lector, y esta claro que a quien le gusta, "le llega hasta la médula". Recuerdo ahora mismo una increíble descripción de una pieza de jazz, sí, ¿habíais leído jazz alguna vez? En Rayuela, se puede.
Pero, como he dicho, quizás fue leída en el momento incorrecto en el lugar incorrecto, o simplemente es que sobre gustos no hay nada escrito.